jueves, 26 de marzo de 2009

Todos Somos Jacinta

En el post anterior mencionaba que solo los menos favorecidos económicamente pisaban la cárcel, y aunque ya es un tema un poco viejo, quiero poner como ejemplo el caso de Jacinta, la mujer indígena, otomí, de 42 años, la cual acaba de ser sentenciada a 21 años de prisión por el secuestro de seis agentes armados de la AFI. Sí, así como leyó.
Yo Soy Jacinta

La "Justicia" Mexicana Exonera a Echeverría por las muertes del 68

Retomando lo que leí en un periódico de circulación nacional,"En México sólo los indígenas, los miserables y los idiotas van a la cárcel. Los genocidas como éste, los narcos importantes, los políticos rateros, los delincuentes de cuello blanco y las camarillas gubernamentales se ríen no sólo de la Justicia, sino de todos los mexicanos".

Esto a propósito de la exoneración de Luis Echeverría por el genocidio del 68.

¡Asesino!, la justicia te exoneró; pero la historia no lo hará.
Leer la Noticia

Ricardo Rocha, muy a su estilo, define a los políticos mexicanos

“…explotadores, farsantes, gaznápiros y esdrújulos…”, diría el gran Jesús Martínez Palillo. El mismo discurso de hace 40 años y hoy todavía vigente. Y es que aquí los políticos buscan los cargos con un solo propósito: hacerse ricos en el menor tiempo posible. Punto.

Nada de buscar el bien común. Menos todavía aquello de procurar beneficios para las mayorías. Ni siquiera paliar algunos de los males que azotan a los más pobres. A quién le importa que el peso se haya devaluado 50% nada más de agosto a la fecha. Que en este año aumentemos de cuatro a seis millones de desempleados. Que el narco gane la guerra. Que se acabe de comprobar la tesis del Estado fallido. Que ya no haya nada que ofrecer a nuestros hijos. Que se nos cancele el futuro. Aquí de lo que se trata es de ganar dinero. Cuanto más, mejor.

Por eso sigue mañosamente congelada la ley de salarios máximos. Y continúan los abusos en los gastos desde el Presidente y su gabinete hasta los mandos medios.

Igual con los priístas pero sobre todo con los panistas, que servidos con la cuchara grande han generado un gobierno glotónico y obeso mientras muchos se mueren de hambre. Ahí están también las dietas —pero de engorda— de diputados y senadores. Y qué decir de los ministros de la Corte que ganan más de 600 mil pesos mensuales, el triple de don Obama. Y de los desvergonzados consejeros del IFE que querían doblarse el sueldo de 170 mil a 325 mil pesos. O de los pulpejos alcaldes del estado de México que se pagan más que los de Nueva York o París. Y en todos los casos agregue una caterva de lambiscones disfrazados de asesores, asistentes, choferes y guaruras pululando en torno a cada uno de estos mal llamados servidores públicos y representantes populares.

¿A quién sirven y a quién representan? A mí no me incluyan. A mí me avergüenzan. A mí me irritan. Y no lo digo yo solamente. Cada vez hay más miles y millones de mexicanos que, agobiados por la crisis, rebasan el límite del hartazgo y empiezan no sólo a impacientarse sino también a violentarse. Y ya hablan de protestar al estilo Saramago en la próxima elección de nuevos moluscos.

Cuidado: ya están clarísimas las señales y advertencias. Los poderosos no pueden seguir tan voraces y provocadoramente irresponsables: chupan fortunas mientras ofrecen empleos miserables de 2 mil pesos al mes. Ya no están despertando al México bronco. Están encabronando a todo México.

A manera de introducción

Desde hace mucho tiempo tenía la cosquillita de tener un espacio, en el cual pudiera escribir sobre las triquiñuelas, tranzas, nepotismos, abusos de autoridad, malos manejos, torpezas y bipolarismos de la clase política mexicana; pero por decidia o por alguna otra razón no lo había hecho.

Pero dada la cercanía de las elecciones federales decidí crear "Pulpos Chupeteadores, blog que tiene su origen en la frase del gran "Palillo", el maestro induscutible de la sátira en las carpas mexicanas y uno de los críticos más valientes y voraces de la política en la década de los años 40.

En "Pulpos Chupeteadores", el lector encontrará artículos, columnas, notas informativas, reportajes y análisis políticos que hablen de las pifias de nuestros servidores públicos, las cuales tristemente no son pocas.

Seguramente, algunos se preguntarán ¿Y porqué no escribir sobre las cosas buenas de los políticos -si es que las tienen-? La respuesta es sencilla, porque todos ellos -Sin distinción de color- cuentan con sus propios jilguerillos en periódicos, noticiarios en radio y televisión, páginas de internet, donde hablan de lo maravillosos que son. Por lo tanto no les haremos el caldo más gordo ¿verdad?

Es más, una muestra de lo anterior, se puede leer en el primer post del blog, el cual se titula "Pulpos Chupeteadores" y fue escrito por Ricardo Rocha el pasado 3 de marzo en un diario de circulación nacional.

En dicha colaboración, el periodista hace una definición de los políticos, muy a su estilo; pero ya no les cuento más para que lo lean.